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El mercado chino del vino como oportunidad de negocio

22 de setembre de 2015

Los vinos españoles se abren camino en el extranjero. El status de nuestro país como líder mundial en volumen de exportaciones de vino y cava demuestra que cada vez más empresas vitivinícolas españolas ven la internacionalización como un eslabón imprescindible en su estrategia empresarial.
 
Si bien nuestras bodegas dirigen sus exportaciones a todo el mundo, queremos centrar el análisis en un mercado en que la pasión por el vino ha crecido de forma sorprendente en los últimos años: el chino. Según el Estudio de mercado del vino en China elaborado por ICEX, su consumo se ha incrementado allí más que el de la cerveza (la bebida alcohólica más habitual en ese país) y que el de los licores tradicionales. Es tal la pasión que desata el vino en China que se ha convertido ya en el quinto consumidor mundial.
 
La popularidad del vino, en su mayoría tinto, crece entre la población china. Si antes era considerado principalmente como un objeto de regalo, ahora ya forma parte de los hábitos de consumo. Los chinos se preocupan por conocerlo y han aprendido a apreciarlo no sólo por su valor, sino también por su calidad.
 
Ciudades grandes como Pekín, Shanghai o Cantón se han convertido en objetivo de venta para bodegas de todo el mundo. Entre ellas, las españolas. Según datos de la Agencia Tributaria, nuestro país exportó al mercado vinos valorados en 83,46 millones de euros en 2014, lo que supuso un 13,24% más que el año anterior. Con ello, España se situó como el cuarto país exportador de vino a China. Nuestra oferta vinícola es valorada por su calidad, su variedad y su gran relación calidad/precio. Si una década atrás exportábamos principalmente vino a granel, ICEX explica que, desde 2011, predominan las exportaciones de vino embotellado.
 
 
Un mercado con potencial
 
El mercado chino presenta ya excelentes oportunidades de negocio para las empresas vitivinícolas que apuestan por la internacionalización, y el futuro se prevé aún más prometedor. Como asegura ICEX en su estudio de mercado, “China es todavía un mercado relativamente pequeño pero de alto potencial. Su consumo per cápita aún es muy bajo y el funcionamiento del mercado no responde aún a los patrones de un mercado maduro e informado sobre precios, variedades y calidades”.
 
En este sentido, el portal australiano The Shout cita un informe del Centro de Investigación Económica del Vino de la Universidad de Adelaide para aventurar que China liderará el consumo y la importación mundial de vino esta década. De acuerdo con el informe, sus importaciones netas podrían aumentar hasta los 790 millones de litros en 2018.
 
 
Apuesta difícil y a largo plazo
 
Con todo, el mercado chino no parece al alcance de todas las bodegas. La  especialista en internacionalización y retail Paula Trujillo nos recordaba, como una de las claves para el éxito internacional, la importancia de conocer las singularidades del mercado al que se quiere exportar y diseñar una estrategia de penetración a su medida. En el caso de China, conviene saber que se trata de un “mercado altamente competitivo y sólo apto para aquellas empresas ya con experiencia exportadora consistente y recursos para realizar apuestas a largo plazo”, advierte el estudio de mercado de ICEX.
 
Según el estudio, el vino de exportación, por lo general caro, compite con un vino local de menor calidad pero “vendido por las grandes marcas chinas con un marketing agresivo que les permite una gran penetración”. Frente a ello se erige, como posible alternativa, la venta online, que “puede ofrecer precios muy competitivos debido al ahorro en costes que supone saltarse eslabones en la cadena de distribución”.
 
Además, el mercado chino del vino presenta otros dos aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, la apuesta de China por potenciar la viticultura en sus tierras, que le ha llevado a convertirse ya en el segundo país del mundo con mayor superficie de viñedos, superado sólo por España, como afirma El Mundo Vino. Por otro lado, el interés de China por invertir en bodegas del extranjero, como está haciendo ya en nuestro país.
 
Sin duda, China ha entrado con fuerza en el mundo del vino. Las empresas vitivinícolas españolas deberán valorar si el gigante asiático les brida una buena oportunidad para reforzar su negocio internacional.